Ayuntamiento de Bustillo del Páramo

Población actual:      300 habitantes empadronados a 1 de enero de 2019.

Datos de interés:    
Se conoce su existencia desde el año 1000.
El nombre de Bustillo deriva de "Bustulum" diminutivo de "bustum", que significa "lugar donde se queman o entierran cadáveres", es decir, una necrópolis.
En este sentido emplea el término Cicerón, aplicándolo igualmente al mismo cadáver quemado, al sepulcro y al monumento colocado en él para memoria del difunto. En este último sentido, el busto puede ser tina escultura reducida a la parte superior de la figura humana, ejecutada en piedra metal o madera.
Así entendido, el busto no fue conocido en Roma hasta el siglo VI antes de Jesucristo, y fue una idea de importación. Tuvo su origen en los Hermas estípites prismáticos o columnas en forma de pirámide truncada, con la base menor hacia abajo, rematadas en cabezas labradas — que los griegos tenían la costumbre de erigir en lugares públicos, pórticos y bifurcaciones de caminos. Con todo, los verdaderos creadores del busto fueron los romanos, y lo hicieron omitiendo la pilastra prismática y concentrando su atención en la cabeza, cuello y hombros de la figura.
El término " bustum" tiene otras derivaciones. Según el Glosario Isidoriano, el encargado de quemar los cadáveres recibía entre los romanos el nombre de " bustuarius". Según Amiano Marcelino, historiador latino del siglo IV, también se llamaba bustuarius a la persona que arrendaba y tomaba a su cargo el ser-vicio de los funerales. Cicerón da cuenta de una curiosa costumbre relativa al funeral romano, consistente en la intervención en el mismo del "bustuarius gladiator" designación aplicada al gladiador que con su presencia solemnizaba las exequias del muerto.
Si Bustillo procede de "bustulum", quiere esto decir que tomó tal denominación por haber estado situado en su origen junto a un quemadero de cadáveres o antigua necrópolis.

A raíz de la reconquista cristiana rea-parece o se repuebla la villa de Bustillo del Páramo. Su primer dueño —o uno de los primeros— fue Bermudo Uzzariz. Posteriormente pasó a la Corona de León y tomó el nombre de Bustillo del Rey. En el año 962 la reina Dña. Elvira, juntamente con su hijo el rey Alfonso, hicieron donación a la Iglesia de León y a su obispo Froilán de la villa de Bustillo con todas sus tierras y heredades. En 1275, en virtud de una conciliación habida entre Dña. Sancha y Estefanía, abadesa del convento de Carrizo, ésta recibió, entre otras, la villa de Bustillo del Rey, que paso a dicho convento. Bustillo del Páramo va a saltar a la documentación por vez primera en el año 918. Con fecha 8 de enero el rey Ordoño II por la salvación de su alma va a donar al abad Balderedo y al monasterio de Santiago de Valdevimbre el lugar de Bustillo, según lo habían obtenido en tiempos de Alfonso III (866-910).
Respecto a su sello municipal, el Archivo Histórico Nacional en su célebre sección de Sigilografía nos ofreció la prueba definitiva de cómo, a principios del s. XIX, Bustillo del Páramo no utilizaba otro distintivo que no fuese el de la Corona española al igual que tantos otros Ayuntamientos constitucionales del país (A.H.N. Sección de Sigilografía -  Sellos Municipales) y con los límites que señaló por mandato regio -según señala el diploma que recoge dicha donación-, Abaiub iben Tevite, mancebo del monarca. La importancia de este documento radica en el hecho de que además de que por vez primera tenemos noticias fidedignas de nuestra villa en ellas se nos refiere noticia, igualmente, de su primitiva fundación y el señalamiento de sus primigenios límites.
Casi cuarenta años más tarde, en el  956, otro monarca leonés, Ordoño IV, donará la ya villa de Bustillo junto con los de Villela de Donón, Avolvo, Senario y Iuniz al monasterio de Cillanueva y al presbítero Berulfo. Este último afirmará poseerlas aún bajo su mano en el 968.

 

A lo largo de toda la Alta Edad Media las noticias acerca de Bustillo van a ser tremendamente escasas. Con ocasión de la donación por Alfonso V y la reina madre, Doña Elvira, el 12 de noviembre del año 1000, de ciertas tierras a la iglesia de León y a su obispo D. Froilán, éstas serán localizadas precisamente "in loco ubi dicent Bustello" Igualmente como Bostiello de rei" (Bustillo del Rey), "Bustial", "Bastiel de Rei" o simple mente "Bustello" aparecerá esporádicamente en la documentación perteneciente al cercano monasterio de Carrizo entre 1218 y 1275 y casi siempre como lugar en el que se ubicaban determinados bienes rústicos objeto de concretas transacciones económicas.
No obstante durante todo este período y hasta fecha desconocida, pero cercana a 1350, Bustillo del Páramo continuó engrosando el elenco de villas realengas de la corona castellano-leonesa. Su calificativo, anteriormente indicado, "del rey" nos confirma aún más dicho asiento.
Por cierto documento custodiado en el Archivo Municipal de León y fechado en febrero de 1365 sabemos como el rey Pedro I, con el fin de hacer merced a la ciudad de León y como premio a su lealtad y servicio, le va a donar, con el fin de que en lo sucesivo fueran su término y alfóz, hasta un total de 25 aldeas (entre las que se encontraba Bustillo) y que habían pertenecido anteriormente a D. Pedro Álvarez Osorio.
Dentro del término municipal legionense permanecerá Bustillo unos siglos hasta que en data incierta entre a formar parte del señorío de los Condes de Altamira, Marqueses de Astorga, según recoge ya en 1753 el célebre Catastro del Marqués de la Ensenada.